Errores comunes en aire acondicionado: cómo evitarlos
En los últimos años, el uso de aire acondicionado ha crecido exponencialmente debido al aumento de las temperaturas y el cambio climático. Aunque contar con un sistema de climatización mejora significativamente el confort y la calidad de vida, su mal uso puede generar problemas de eficiencia energética, costos elevados y un impacto negativo en la salud. Aquí te explicamos algunas de las malas prácticas más comunes al utilizar aire acondicionado y sistemas de ventilación, y cómo evitarlas para obtener el máximo beneficio.

1. No Realizar Mantenimiento Regular
Una de las principales causas de problemas en los sistemas de aire acondicionado es la falta de mantenimiento regular. Cuando los filtros y conductos se obstruyen con polvo, suciedad y otros contaminantes, el flujo de aire disminuye, lo que obliga al sistema a trabajar más y consumir más energía. Además, esta acumulación de partículas puede reducir la calidad del aire interior, afectando la salud respiratoria de los ocupantes.
¿Cómo evitarlo? Limpia o reemplaza los filtros regularmente, según las recomendaciones del fabricante, y programa inspecciones anuales con un profesional para revisar el estado de las bobinas, los conductos y el compresor.
2. Configurar el Termostato a una Temperatura Extremadamente Baja
Es común pensar que al configurar el aire acondicionado a una temperatura muy baja, la habitación se enfriará más rápido, pero esto es un mito. Los sistemas de aire acondicionado enfrían a una velocidad constante, por lo que bajar la temperatura a niveles extremos solo genera un mayor consumo de energía y no acelera el proceso.
¿Cómo evitarlo? Mantén la temperatura entre 22°C y 24°C en verano para un equilibrio adecuado entre confort y eficiencia energética.
3. No Usar Termostatos Programables o Inteligentes
Otro error común es no utilizar termostatos programables o inteligentes. Estos dispositivos permiten ajustar la temperatura de forma automática en función de las horas en que la casa está vacía o durante la noche. Si no los usas, podrías estar desperdiciando energía manteniendo una temperatura baja cuando no es necesario .
¿Cómo evitarlo? Instala un termostato inteligente que te permita programar horarios o ajustar la temperatura a distancia, desde tu smartphone. Esto puede reducir considerablemente el consumo de energía, hasta en un 10% anual, según algunos estudios.
4. Bloquear las Salidas de Aire
Colocar muebles, cortinas o cualquier tipo de obstrucción frente a las salidas de aire es una práctica perjudicial. Esto impide una circulación adecuada del aire y hace que el sistema deba trabajar más para mantener la temperatura deseada.
¿Cómo evitarlo? Asegúrate de que las rejillas de ventilación y los conductos estén siempre libres de obstrucciones para garantizar un flujo de aire eficiente en todo el espacio.
5. No Aprovechar la Ventilación Natural
El uso exclusivo del aire acondicionado durante todo el día, sin aprovechar la ventilación natural, es una mala práctica que no solo incrementa el consumo energético, sino que también puede afectar la calidad del aire interior. Las ventanas cerradas durante largos periodos pueden incrementar los niveles de dióxido de carbono y otros contaminantes.
¿Cómo evitarlo? Abre las ventanas en las horas más frescas del día, especialmente en las mañanas y noches, para permitir la entrada de aire fresco. De esta manera, podrás reducir la dependencia del aire acondicionado y mejorar la calidad del aire en interiores.
Adoptar buenos hábitos en el uso de sistemas de aire acondicionado y ventilación no solo mejora su eficiencia energética, sino que también contribuye a una mejor calidad del aire y reduce los costos operativos. Recuerda programar mantenimiento regular, usar la temperatura adecuada, y aprovechar tecnologías como termostatos inteligentes para optimizar el rendimiento de tu equipo. Siguiendo estos consejos, asegurarás un sistema de climatización más duradero y eficiente.