¿Ajustar el aire a 18 °C enfría más rápido? Mito o realidad
¿Poner mi aire acondicionado a 18 grados hará que mi equipo libere aire “más frío” que ponerlo a una temperatura mayor?

Existe la creencia de que bajar el termostato del aire acondicionado a temperaturas extremadamente bajas, como 18 grados Celsius, hará que el aire liberado sea "más frío". Sin embargo, este es un concepto erróneo.
El aire acondicionado funciona eliminando calor del aire y, por lo general, enfría el aire a una temperatura constante de entre 15 a 20 grados Celsius por debajo de la temperatura ambiente. Es decir, el equipo enfriará el aire en un rango de temperatura similar sin importar si lo ajustas a 18 o a 24 grados. La diferencia radica en el tiempo que el compresor necesita trabajar para alcanzar la temperatura que seleccionaste en el termostato. Si eliges una temperatura más baja, como 18 grados, el compresor trabajará por más tiempo para alcanzar esa temperatura, lo que aumentará el consumo de energía.
¿Por qué no enfría más rápido?
La velocidad con la que se enfría una habitación no cambia si configuras el aire acondicionado a 18 grados en lugar de 24 grados. El aire acondicionado enfría a una tasa constante y, por tanto, el tiempo necesario para alcanzar la temperatura deseada será el mismo sin importar lo baja que sea la configuración. La diferencia es que, si eliges una temperatura más baja, el equipo trabajará más y consumirá más energía.
Eficiencia energética y costos
Configurar el aire acondicionado a 18 grados no solo hará que el equipo trabaje más tiempo, sino que aumentará considerablemente el consumo energético, lo que se reflejará en facturas de electricidad más altas. Según estudios, aumentar la temperatura del aire acondicionado a niveles más razonables, como 24 o 25 grados, puede ahorrar entre un 3% y un 5% de energía por cada grado aumentado.
Poner tu aire acondicionado a 18 grados no hará que libere aire significativamente más frío que si lo configuras a 24 o 25 grados. Solo prolongará el tiempo que el equipo necesita para alcanzar la temperatura deseada, consumiendo más energía y acortando la vida útil del sistema. Lo recomendable es ajustar el termostato a una temperatura cómoda y energéticamente eficiente, generalmente alrededor de 24 grados Celsius.